Me convertí en videojugador por allá del año de 1984 cuando visité la casa de mi amigo de la escuela primaria: Roberto, ahi por la colonia Merced Balbuena, en la Ciudad de México, en esa ocasión ví como jugaba en su Intellivisión el cartucho de 
Burguer Time (sí, solo ví, porque éramos tantos que no pudimos jugar mucho, fuimos más espectadores que nada y la única vez que tomé el control perdí en menos de tres patadas), en ese entonces los juegos eran simples y regularmente para máximo dos jugadores, desde entonces me llamaron la atención los videojuegos. El hecho de ver un personaje animado manejado por mí (aunque fuera un cuadrito que se movía) me fascinó, independientemente de que nunca he sido un excelente videojugador, me gustó mucho este pasatiempo y me pasaba pidiéndole prestado a un compañero su reloj digital que traía integrado un juego de carreras de autos.
Pero me convertí en videojugador adicto cuando conocí el 
PONG y la 
COMMODORE 64 en casa de mi amigo Salvador allá por el año de 1985-1986, sí, mi cuate tenía ambos juegos y pasamos tardes enteras jugando. No quiero entrar demasiado en detalles pero recuerdo que para cargar un juego en la Commodore 64 era a través de un cassette con una cinta magnética que mientras cargaba no se podía ni por error tocar el teclado o todo el lento proceso se iba a la basura.
Posteriormente mi cuate se hizo de un Atari 2600, no de los primeros que salieron, sino de la versión moderna o estilizada. no recuerdo todos los juegos que tenía pero recuerdo que los que más jugábamos era el 
Enduro, 
Pac-man, y obviamente el 
Space Invaders. A partir de este momento comencé a presionar a mi madre para que me comprara uno, pero nuestra situación económica no era de lo mejor y no me fue posible tenerlo hasta que ocurrió un milagro para mí... mi tío Alberto en ese entonces ya era un joven "postpuberto" y cuando se enteró que yo quería una de esas consolas, nos ofreció vendernos la suya, pero al final de cuentas me la regaló, con una buena colección de cartuchos, al menos unos quince. Y a partir de entonces intercambiaba con Salvador los cartuchos y visitas recíprocas a nuestras respectivas casas, con objeto de pasar la terde jugando Atari (en esa época decir "Jugar Atari" era equivalente a jugar videojuegos, fueran de la marca que fueran, frase que posteriormente cambiaría por la de "Jugar Nintendo").

Así que mi primer consola se trató de un Atari 2600 de segunda mano, de modelo clásico por no decir antiguo y de ahi para adelante y como fue posible compramos algunos juegos, muchos de ellos buenísimos para su época y consola: para muestra un botón: 
Moon patrol, 
Jungle Hunt, 
Joust, etcétera. Y era feliz hasta que se me atravesó en mi camino un juego que en su momento fue un parteaguas en la historia de los videojuegos, se trataba de 
Super Mario Bros de la consola Nintendo Entertainment System, a raíz de ese suceso mi principal prioridad fue poseer un NES... pero como ya comenté, mi familia era de clase media... media jodida, porque me tardé demasiado tiempo en tener uno, pero esa... como decían por ahi... es otra historia.