domingo, 29 de mayo de 2011

Tristeza

No tengo palabras suficientes para describir la profunda tristeza que siento en estos momentos. Algo en mi vida no está funcionando bien y esta vez es paradójico. Tenemos demasiado trabajo y tan absorvente que se descuida a los seres queridos. Un dolor profundo y necesario para subsistir si he de seguir realizando las actividades para las que me esforcé estudiando en la universidad. Debería estar feliz porque gracias a dios trabajo en el ramo que estudié. Pero hoy no me siento feliz.

Ahora me consume por un lado el dolor, la culpa y la tristeza de no dedicarle el tiempo necesario a los míos, por otro lado la incertidumbre del mañana, del no saber si habrá más trabajo, pues si las cosas salen mal, el horizonte se nublará y caeremos en crisis de nuevo. Paradoja, que aunada al profundo sentimiento de soledad que vive y ha vivido alimentado en mi ser, desde pequeño, siempre he pensado que terminaré muriendo en la completa soledad, olvido y abandono. ¿Me gusta ser un martir masoquista? ¿Es querer tener una muerte horrible para mí solito, así, sin compartirla?

Quizá por eso la vida me ha enviado patrones a los que no les importan los individuos, sólo los resultados, sólo el dinero, sólo importa si trabajas bien, bajo presión y en todo momento que se te requiera. Finalmente "Nadie es indispensable" como rezan por ahí y aunque a veces me siento importante, otras veces me siento inútil. Soy completamente "sustituible", soy completamente común y el hecho de que mis propios amigos me vean siempre sólo como "ayudante general" me deprime y acentúa la soledad en mi alma. Soy sólo una herramienta, un peón, un obrero, que como muchos en este plano de la existencia, sufren miedo del desempleo y la pobreza extrema.

Siento un nudo en la garganta, siento la importencia de no poder hacer feliz a los míos, miedo de no poder  responder y de no poder vencer a mi máxima prueba en esta vida: El Egoísmo. He perdido el control sobre mis reacciones, he cedido mi poder y he olvidado tantas enseñanzas, quisiera retomar ese camino que alguna vez me llevó a sentirme en PAZ.


"Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito"

viernes, 4 de febrero de 2011

Lo único seguro en la vida

Mitlantecutli
Me imagino la muerte como el quedarse dormido después de un día de arduo trabajo, como cuando llego a casa por la noche y trato de seguir trabajando frente a la computadora, obteniendo como único resultado el quedarme jetón con las manos en el teclado, la cabeza suelta, sin conocimiento y sin control de la situación, no importando si el trabajo está atrasado o si programaron una buena película en televisión, con el paso de los años las desveladas me liquidan.

Así que el acto de morir no me altera, bueno, con la excepción del miedo que produce morir violentamente, de enfermedades degenerativas o de alguna forma que provoque mucho dolor o excesiva agonía, pero en esta situación el miedo es al sufrimiento, al dolor, no a la muerte.
Lo que últimamente me inquieta es dejar atrás este plano de la existencia, "dejar de": no estar más con la familia, no escuchar más música, no ver más televisión, cine, paisajes y a mis semejantes, ni sentir el frío, calor, ni amar, ni enfermarse más, el hecho de dejar de existir y pasar al olvido me angustia, como si recibir un Premio Nobel o ser una eminencia histórica le cambiara a uno las situación a la hora de irse de este mundo.
Y entonces me pregunto... ¿es temor a no trascender lo que me inquieta?, siento un vacío ¿existencial? ¿tengo miedo de dejar sola a mi famila?... o es simplemente el llamado de mi Yo interior gritándome que lo que importa son las cosas trascendentes y que buscando el Reino de Dios, lo demás llegará por añadidura. Hace tiempo que no escribía de ésta forma, me refiero a vaciar mis sentimientos en unas líneas (que por cierto a nadie le importarán un comino y muchos menos las leerán) pero que algún día, espero, las volveré a leer, sin sentir lo mismo que en este momento y a lo mejor me reiré de mí mismo comprendiendo la situación por la que estoy pasando.

Lo único seguro en la vida es que todos nos vamos a morir, por ser la parte final de un proceso biológico, porque ese es nuestro destino o porque así lo quiere Dios... como sea, últimamente he pensado demasiado en esto y no sé porqué, así que mientras pasa esta etapa de mi vida sólo me resta escuchar una de mis canciones favoritas y soltar un par de lágrimas al mismo tiempo...
 Who wants to live forever?